La contención emocional es una de las bases de la terapia.
Se refiere a la capacidad de crear un espacio seguro donde puedas expresar tus emociones sin temor al juicio. En terapia, es crucial sentirte contenida, especialmente cuando abordamos temas complejos y dolorosos.
Cuando no sentimos que tenemos espacio para sentir lo que sentimos, la ansiedad y la tristeza crecen. Por eso, la contención emocional te ofrece un lugar donde tus emociones pueden ser sostenidas y validadas, lo que permite el proceso de sanación.
Ejercicio práctico: Dedica unos minutos al final de cada día para contener tus emociones. Si te sientes abrumada, cierra los ojos, respira profundamente y permítete sentir lo que estás sintiendo sin apresurarte a juzgarlo o cambiarlo. La contención comienza con permitirte ser y sentir.